Ojalá se pudiera predecir con seguridad que un cometa vaya a aparecer por el cielo y convertirse en un verdadero espectáculo. Por más que llevemos unos cuantos años sin un Gran Cometa, a los aficionados a la astronomía no se nos pasan nunca las ganas. Y parece que 2013 puede ser ese año que se recordará en el futuro. Claro que al final podría pasar como en 2011 con el cometa Elenin. Los cometas son así, potencialmente impredecibles, aunque siempre apasionantes. Abran la agenda de 2013 que les acaban de regalar y apunten fechas, sobre todo a finales de año con el cometa ISON. O en primavera con el cometa PanSTARRS. Quién sabe...